miércoles, 26 de febrero de 2014

Enfrentarme a mis fantasmas dices. Para qué si vendrán. Para qué si se presentarán sin llamar y chapotearán en mis entrañas. Mis hombros están vacíos, ya no hay conciencia. Saltarán y retorcerán mi yo separado del contigo por brumas y extraños seres con ínfulas de parecerse a ti. No avisan y esperan pacientes. Arengan mis recuerdos e invocan mis olvidos.

Demonios que son sin ser.

martes, 18 de febrero de 2014

I on ficaré tanta solitud quan arribis?

I on ficaré tanta solitud quan arribis?
Em cosiré unes butxaques enormes,
i un barret ben gran damunt el cap,
tres parells de sabates i un didal.
Els amics em diuen que me'n desfaci,
que la dugui a nedar a la mar
i parteixi corrent mentre em reclama
per tal de no tornar-la a veure.
Però saps què? No ho faria mai això,
perquè aquesta solitud és meva,
i s'ha convertit en una part de mi
com ho són els braços o els dits petits.
La veig quan em miro al mirall,
em mira els ulls i me'ls estreny
mentre fa que brolli la meva tristesa
i em recorda que ella m'acompanya.

La solitud mai no fa mal, creu-me,
són els records el que em colpeixen,
que apareixen sempre de sobte,
sense avisar que són allà, darrere,
esperant per omplir-te el cap
i buidar-te les mans i el cor.

miércoles, 12 de febrero de 2014

Las noches engarzadas
ignoran los días de luna
y acaparan ojos faltos de.

Un relámpago anuncia
que llega apresurado
pero es tarde, soy tarde.

La lluvia ya me moja
los pies llenos de sal,
y lo ahogo en mi grito.

Tres niños ahora corren
parejos y entusiasmados,
el tercero en discordia lloro.



domingo, 9 de febrero de 2014

Noche perpetua la vida.

Me inspira a escribirte el aire,
el que respiro hoy, y el de mañana.
Créeme: me duele más respirar
el de ayer, créeme:
el que respiramos nosotros
el uno del otro,
el otro del uno,
el uno del otro,
el otro del uno, para. Duele.

Todavía no he abandonado
todo lo que compartimos,
aunque ya aquello se desgasta,
mi cuerpo incluso, tuyo a veces,
mío enjaulado en la soledad,
que ya no brilla, ni la luz lo ilumina.
¿Tú me quisiste?
Mis demonios responden no,
no te quise no te quise,
callad, ¡no sigáis!
no me obedecen,
siguen retumbando, retumbando,
día tras día,
noche perpetua la vida.

lunes, 3 de febrero de 2014

negra negra negra

Sal,
no vuelvas atrás.
Tu cuerpo obedecía,
y legaba marañas
de recuerdos indómitos
aferrados a mi esperanza
negra negra negra
sin estrellas de cristal.

Huye,
oía el viento y tus pasos
desordenados, firmes
lejos
lejos
lejos
y tu voz duraba en mí,
sin muerte sin tiempo
sin pausa  sin muerte.

Entra,
vuelve,
retrocede,
y nada
nada
nada.


martes, 14 de enero de 2014

Dejo mis puertas abiertas.

Tú, con tu vida de funambulista
en mis pestañas balanzeándose,
la mía se convertía en cuesta arriba
mientras buscaba en todos los espejos.

Señálame dónde debo dejarte,
dime dónde deshacerme de ti,
porque esta voz no hay fuerza que la calle
y te oigo entrar cuando siempre sales.

Dejo mis puertas abiertas. No temas
mis demonios, los tengo bajo llave
y solo ante peligro de que llueva
salen de mis ojos rojos de esperarte.

El destino aquí no tiene cabida:
ni tampoco dejaré entrar el tiempo.
Enemigos que persiguen mi vida
que es tuya cuando a mí me falta aliento.

sábado, 4 de enero de 2014

Luces.

No es rencor, querido, no. Es rabia. O no, no sé qué siento. Estoy perdido, y ya han apagado las luces. Podría alargar las manos, pero la nada no me llama. Prefiero la frialdad de esta silla y el viento azotando las ventanas. Y es de noche. Y aunque el sol brillara y me quemara las pupilas seguiría siendo de noche. Me has anochecido.

Déjame que te desdibuje. Hasta que de ti no quede más que una sombra. Otra sombra más. Voy a desvestirte de ese tono único del que te he embadurnado. Pasarás a ser parte de la amalgama que hace los coros a mi vida. Tu voz será como el viento, la lluvia o una roca que se despeña: no le prestaré ninguna atención.

Si esto es dolor no lo sé. No quiero preguntarme qué es, por si me da por responderme y resulta que estoy roto por dentro. Sí, quizás me miento, pero déjame. Déjame creer que me sienta bien la mentira. La verdad está sobrevalorada, y yo ahora no la quiero. No quiero verdades, porque serían pequeñas cuchillas arrastrando mi piel arriba y abajo hasta desgarrarla.

Has escrito sin quererlo en mi piel. Y me siento bien. Estaba cansado ya de una piel tan blanca, tan limpia e impoluta. De eso se trata esto de vivir, supongo. De escribir, reescribir y corregir. Van encendiendo las luces ya, un momento, no se vayan, creo que volveré. Me están llamando, ya salgo.